Bajo el sol radiante, la diosa danza, donde días danzan felices en bonanza. Un anhelo oculto, en sombras escondido, despierta en el alma, por ella conducido.
Días de inconciencia se deslizan lento, tejiendo sueños, en el tiempo exento. La diosa sonríe, despierta el deseo, un anhelo nuevo, que al corazón recreo.
Amor inesperado, brota como flor, entre risas y miradas, sin temor. El sol, testigo eterno de esta sinfonía, ilumina el camino de la melancolía.
Inconscientes días, danzan y se van, dejando en el alma rastros de un afán. La diosa guía, el anhelo revelado, entre sueños y amor, un destino forjado.
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