V
Oda a la Existencia Desnuda
En la rutina de los días, desdén fue mi estrella guía,
un susurro de valía, en penumbras se perdía.
Los eruditos del alma, del ego disertaron, mas era mera máscara,
de un espíritu errante, su serenidad buscando en la escarcha.
un susurro de valía, en penumbras se perdía.
Los eruditos del alma, del ego disertaron, mas era mera máscara,
de un espíritu errante, su serenidad buscando en la escarcha.
Este envoltorio mortal, objeto de juicio severo, desde la niñez señalado,
por el bisturí marcado, por inseguridades abrazado.
La corpulencia, cual grillete, a mi esencia siempre unió,
y la estima propia, huidiza, jamás a mi vera moró.
por el bisturí marcado, por inseguridades abrazado.
La corpulencia, cual grillete, a mi esencia siempre unió,
y la estima propia, huidiza, jamás a mi vera moró.
En la inmensidad del orbe, la zozobra fue mi luz,
en la danza social, encadenado, en la humildad hallé mi cruz.
Un inventario de temores, en mi mente se inscribió,
y cada folio, un lamento, de lo que en vida se omitió.
en la danza social, encadenado, en la humildad hallé mi cruz.
Un inventario de temores, en mi mente se inscribió,
y cada folio, un lamento, de lo que en vida se omitió.
Con el devenir del tiempo, las asperezas, de mis miedos se limaron,
transformadas, redefinidas, en mi alma se arraigaron.
Mi cosmos, antaño tempestad, ahora un santuario encontré,
en la comedia de lo diario, un rol representé.
transformadas, redefinidas, en mi alma se arraigaron.
Mi cosmos, antaño tempestad, ahora un santuario encontré,
en la comedia de lo diario, un rol representé.
Contemplo en la humanidad, la necedad sin término,
mas me alzo, no en vano, por la senda que escogí.
Moral y ética, mis blasones, y lo corpóreo, ya sin aflicción,
a la cuarta década llegado, aún resplandece mi visión.
mas me alzo, no en vano, por la senda que escogí.
Moral y ética, mis blasones, y lo corpóreo, ya sin aflicción,
a la cuarta década llegado, aún resplandece mi visión.
Mas perduran las barreras, y las energías menguan ya,
la exposición, la cercanía, como montes se erigen.
Opto por el retiro digno, que a un alma desvelar,
en el crepúsculo de mis años, sólo anhelo perdurar.
la exposición, la cercanía, como montes se erigen.
Opto por el retiro digno, que a un alma desvelar,
en el crepúsculo de mis años, sólo anhelo perdurar.
Sin cultivar la vanidad, en la certeza me sostengo,
para entablar diálogo, desafiar, en el escenario que mantengo.
Mas el contemplar en los ojos, el ensueño reavivar,
es un arte en desuso, en mi ocaso sin igual.
para entablar diálogo, desafiar, en el escenario que mantengo.
Mas el contemplar en los ojos, el ensueño reavivar,
es un arte en desuso, en mi ocaso sin igual.
VI
Oda al Valor de la Elección
Me contaron un secreto, que todo cuesta en la vida,
el ego roba la sencillez, la fuerza al saber se envida.
La sabiduría es caro tesoro, que el tiempo nos va tejiendo,
los equilibrios son ilusión, quererlo todo es ir perdiendo.
Elegir es el verdadero acto de libertad,
no hay destino escrito, ni tiempo de eternidad.
Opté por la humildad, por la consciencia clara,
contento con lo divino, sin queja que amarga.
Crecer cada jornada, en la vida prosperar,
solo buscar la dicha, no más bienes acaparar.
Hoy lamento lo perdido, pues no se puede abarcar,
pero en mi pecho habita, un amor sin igual.
Mi corazón es refugio de mundos y pasiones,
un gran amor lo llena, y olvida las ambiciones.
Y en este viaje solitario, donde nada más se añora,
mi alma canta al amor, que en mi ser mora.
VII
Oda a los Valores y la Vida
No deseo concluir esta trilogía sin alabar los valores,
que más allá de nuestro ser y futuro, son nuestros mejores honores.
Desde niño, sin guía ni familia presente,
aprendí que la vida es jungla, y uno mismo su agente.
Día a día nos forjamos con elecciones y voluntad,
la prueba está en mi hermana y yo, en nuestra disparidad.
Antagónicos en esencia, en extremos que nadie ve,
yo sigo la razón y a Aristóteles, en su saber.
Ética y moral son mi credo, la palabra mi estandarte,
sentido común mi compañero, en la vida mi arte.
Aquellos que por conciencia estos valores abrazamos,
nunca sobresaliremos, en un mundo que no entendemos.
Vivimos entre el desconcierto y la incomprensión,
pero firmes en principios, Débiles en nuestra determinación.